Caleta Río Seco: (80 kms. al sur de Iquique)
En la última década del siglo XIX , existió allí un establecimiento salinero. El producto que se extraía del Salar Grande a la altura de Patillo, era transportado a la caleta de Río Seco, para luego proceder a su embarque. La historia de esta caleta está ligada a la vida del famoso caudillo balmacedista de Tarapacá, Arturo del Río.
Antiguos trabajadores y descendientes de ellos viven aún en esta caleta junto a pescadores artesanales y buzos mariscadores que explotan su riqueza marina.
BIOGRAFÍA
Sr. Luis Eliseo Berenguela Cifuente
Vive en la caleta porque sus padres también eran antiguos residentes de ésta. Actualmente vive de la jubilación que le entrega el gobierno y se preocupa por mantener en orden su hogar. nació en el año 1920 en la caleta de Rió Seco. Sus estudios llegaron hasta primero de humanidades. De su matrimonio con María Segovia nacieron seis hijos, dos de los cuales ya fallecieron.Cuento La Puerta Misteriosa
Don Luis Eliseo Berenguela Cifuentes, nació en la Caleta de Río Seco hace 85 años. Innumerables relatos transitan por su memoria, pero la que más ha dejado recuerdos en su vida es el relato de “La Puerta y sus Señales”.
Construyendo su casa en las antiguas ruinas de la Caleta de Río Seco, que en su tiempo era un pueblo de bonanza económica por la extracción de sal, encontró una puerta, la cual llevó a su casa para utilizarla en su habitación.
Luego de colocar la puerta y satisfecho por su hallazgo y su trabajo se dirigió a descansar.
A la semana de haber instalado la puerta, comenzaron a escucharse ruidos extraños y lamentos de voz femenina, pero don Eliseo no relacionó nunca estos sonidos con la puerta.
Un día llegó a su casa su amigo Florencio Flores apodado el 4 hombres (apodo recibido porque era un hombre fuerte que realizaba el trabajo de 4 personas), ambos iniciaron una amigable conversación acompañados por un buen vaso de vino tinto, para luego retirarse a descansar. Transcurridas las horas, ambos dormían, cuando se sintieron ruidos, lamentos además de un crujir de puerta.
Medio dormido Florencio Flores, el cuatro hombres, vio transitar por la pieza a una bella mujer de cabellos de oro, ojos azules como el mar y vestida con un velo blanco, la cual se dirigió hacia una pequeña ventana de la pieza para luego como ligera brisa trasladarse a la playa.
A la mañana siguiente, Florencio cuenta lo ocurrido a Don Eliseo y para sorpresa de ambos, encontraron en la puerta unas marcas de pisadas impresas en la madera.
Don Eliseo decidió dar unas oraciones para que el espíritu de la dama del velo blanco descansara.
Con el tiempo todo quedó en tranquilidad, hasta que un día sobre el borde de la puerta se posaron 3 gorriones costeros (pequeñas aves del litoral), lo cual se repitió por espacio de una semana, apreciando Don Eliseo y su amigo Florencio que las marcas de la puerta habían desaparecido, señal que el espíritu de la dama del velo blanco había encontrado la paz que necesitaba.
Sr. Eliseo Berenguela Cifuentes
Caleta Río Seco
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