miércoles, 18 de agosto de 2010

Chanavaya


Caleta Chanavaya: (75 kms de Iquique)
Caleta de pescadores ubicada inmediatamente al norte de Pabellón de Pica, y , protegida por el oeste por 3 islotes. Su nombre provendría de la deformación de la apelación inglesa “ Chine bay” , que hacían los marinos de entonces por la considerable presencia de trabajadores chinos en las faenas de extracción del guano de Pabellón de Pica . Fue el centro comercial y administrativo de esta covadera. Su población , cercana a 2.000 personas, disponía de una escuela, pulpería y locales comerciales. Chanavaya fue arrasada por el maremoto de 1877 y el poblado nunca más volvió a ser reconstruido. Su explotación minera continuó hasta mediados de 1970. Aún es posible encontrar vestigios del poblado en su proximidades, y en el fondo del mar de esta caleta, vestigios de lo que fue otrora.

Hoy, en esta caleta, sus nuevos habitantes pescadores y buzos mariscadores, explotan su riqueza marina y practican la acuicultura de ostiones. Es posible también degustar sabrosos platos típicos marinos en sus restaurantes y en casas de pescadores .

Pedro Meneses
En la actualidad realiza labores de buzo mariscador, participando activamente en el sindicato de buzos y mariscadores de Chanavaya.
Llega a la caleta buscando mejores condiciones de vida para él y los suyos.
Sus productos los comercializa con gran aceptación en las principales marisquerías de la ciudad de Iquique.
, se radica aproximadamente hace unos 14 años en la caleta.
Cuento Los Tres Niños

En la Caleta de Chanavaya se cuenta la historia de los tres niños, que se encuentran enterrados en el cementerio y que ayudan a los lugareños a obtener buena pesca y recolección de mariscos.

Un tiempo en que la mar no entregaba productos suficientes para mantener a las familias, hizo que los pescadores se reunieran para ver la forma de superar la crisis.

Angustiados y preocupados veían como los botes volvían de la mar sin el preciado producto.

Una noche en la cual lamentaban su mala suerte escucharon risas y ruidos de niños que provenían del antiguo cementerio.

Se dirigieron al lugar de los ruidos, encontrándose con la tumba de los tres niños.

A partir de ese momento, los lugareños visitan las tres pequeñas tumbas adornándolas con flores y bellos colores.

Relatan que desde ese día la comida no falta en la mesa y generosamente la mar entrega sus productos para felicidad de las familias de Chanavaya.

Pedro Meneses C.

Caleta Chanavaya

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